E l vino es uno de los productos agroalimentarios de mayor importancia-tanto desde el punto de vista económico como por su relevancia histórica y social-en muchos lugares de Europa y del Nuevo Mundo. En el caso concreto de España, la relevancia de la viticul-tura dentro de la industria agroalimentaria se ve reflejada en la existencia de algo más de un millón de hectáreas de viñedos, representando la producción de vino un 10% del total de la producción agrícola del país en términos económicos. Este sector también se caracteriza por una alta competencia en los mercados con el fin de conseguir la mejor relación calidad-precio. Por estos motivos, la obten-ción de vinos competitivos y de buena calidad constituye uno de los objetivos principales de los productores, lo que ha sido posible gracias al desarrollo de la enología. Así, la ciencia enológica ha contribuido en gran medida a la optimización de los procesos de elaboración, almacenaje, análisis, conservación, embotellado y comercialización del producto. Sin embargo, el gran avance en la enología no ha venido acompañado por un desarrollo equivalente de la viticultura, a pesar de los progresos observados en los últimos años. En este sentido, se están empezando a en-sayar y utilizar técnicas de riego deficitario en los cultivos vinícolas con el fin de mejorar la calidad de la uva y de ahorrar agua de riego, lo que es bastante conveniente en los climas mediterráneos donde los recursos hídricos son escasos. Un riesgo moderado que induzca un suave estrés en la planta puede conllevar una mayor concentración de azucares, un aumento en los aromas o una variación en el color de las uvas. Para lograr estos objetivos es imprescin-dible controlar el estado hídrico de la planta, ya que un excesivo grado de sequía puede causar daños irreversibles en los tejidos al aplicar el riego deficitario. Esto hace que sea necesaria una monitorización fisiológica que determine el estado hídrico óptimo donde la vid produzca un fruto con unas características determinadas sin poner en riesgo la viabilidad del vegetal. De la filosofía de monitorizar la vid para ahorrar en el consumo de agua de riego y para producir una uva de mejor calidad surge en 2012 el Proyecto de Investigación SOST-WINE (Referencia IPT-2012-1022-310000), financiado a través del Subprograma INNPACTO (Ministerio de Economía y Competitividad). Este proyecto fue solicitado por la empresa GRANDES VINOS Y VIÑEDOS S.A. (Cariñena, Zaragoza) en colaboración con un grupo mul-tidisciplinar compuesto por investigadores especialistas en Ecofisiología vegetal del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) y de la Universidad de las Islas Baleares e investigadores espe-cialistas en la propagación de ultrasonidos pertenecientes al Centro de Tecnologías Físicas " Torres Quevedo "