La familia es una institución social que ha reproducido un sistema de representaciones y prácticas de naturalización de las desigualdades de género y ha negado, al igual que otras instituciones sociales como el Estado, la Iglesia y la Escuela, el papel que ha jugado el proceso histórico en la ordenación simbólica de los universos femenino y masculino, el sistema de clasificación binaria de las diferencias sexuales y la reproducción de la división social de los sexos (Bourdieu, 2000).