Investigación e Innovación Clínica y Quirúrgica Pediátrica, 1(1), p. 90-92, 2023
DOI: 10.59594/iicqp.2023.v1n1.18
La implementación de la valoración del neurodesarrollo en la consulta del niño puede reducir significativamente el riesgo de alteraciones cognitivas a largo plazo (1). Por ello, es indispensable que el personal de salud sepa reconocer los signos de alarma del desarrollo neurológico (2). Se debe tomar en cuenta un tono elevado o disminuido de forma generalizada, síndrome de hiperexcitabilidad y/o presencia de movimientos no coordinados o atípicos para la edad del individuo (3). Es importante valorar el neurodesarrollo debido a que el 80% de este proceso se produce durante los primeros tres años de vida, y desde los tres hasta los seis años, se desarrolla el habla y la comunicación (4). Los trastornos del neurodesarrollo en menores de cinco años se asocian con países de bajos y medianos ingresos, lo que afecta negativamente el desarrollo social, motor, económico, académico y cultural (5). Por esta razón, la valoración del neurodesarrollo debe ser considerada una prioridad en la atención pediátrica.