Revista Colombiana de Cirugía, 3(36), p. 391-396, 2021
La medicina basada en la evidencia surge como una estrategia para superar la práctica médica apoyada en la racionalidad fisiopatológica y la experiencia clínica no sistematizada 1. A lo largo de su desarrollo, ha generado la necesidad de adoptar una mayor responsabilidad frente a la investigación, como un aspecto importante del crecimiento profesional médico. Actualmente, se considera una aptitud clave en el desempeño de la medicina, asociada a la capacidad de contribuir a la investigación clínica, en beneficio de la atención del paciente. De hecho, las competencias investigativas, de comprensión y análisis crítico, de las publicaciones médico-científicas, son fundamentales para una buena práctica clínica 2,3.