Artigrama, 33, p. 241-256, 2022
DOI: 10.26754/ojs_artigrama/artigrama.2018338279
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En 1619, los responsables del colegio de la Vera Cruz de Aranda de Duero, fundado amediados del siglo XVI por el obispo Pedro de Acuña y Avellaneda, encomendaron al carmelitafray Antonio de Jesús la realización del proyecto para llevarlo a cabo. Este tomó como referencialos cimientos abiertos según el plan encargado a Rodrigo Gil de Hontañón por el promotor, cuyaenvergadura y falta de recursos, tras la muerte del prelado, impidieron su desarrollo. Aunquela propuesta de fray Antonio tampoco pudo concluirse, nos es conocida por conservarse unaamplia documentación, permitiendo su estudio profundizar sobre las características del edificiorespecto a la tipología colegial, además de aproximarnos al complejo marco profesional en el queactuaron los frailes arquitectos de las primeras décadas del Seiscientos y al prestigio alcanzadopor estos dentro del panorama artístico castellano del momento.